Si va a hacerse alguna modificación corporal, como un tatuaje o un piercing, es una buena idea tener en cuenta algunas cosas.
Si está planteándose hacerse un piercing en la vagina o en el clítoris, siga leyendo para saber mejor de qué se trata, los diferentes tipos y cómo hacerlo de manera segura.
Tipos de piercings vaginales
Hay varios tipos de piercings vaginales, así que vamos a comentar a algunos de los más comunes y en qué consisten.
Piercing en el capuchón del clítoris
Por lo general, se hace referencia a esto cuando se habla de un «piercing del clítoris», porque no atraviesa el clítoris en sí. Lo que atraviesa es el «capuchón» de piel que cubre la cabeza redondeada (glande) del clítoris, ya sea verticalmente o, con menos frecuencia, horizontalmente.
Piercing de labios
Los labios de la vagina son otra piercing muy común, ya que se puede poner más de un pendiente en el tejido carnoso. Se pueden poner en las partes blandas de piel del exterior (labios mayores) o los pliegues de piel del interior que conducen a la vagina (labios menores).
Otros piercings vaginales
Si bien los piercings mencionados anteriormente son algunos de los más comunes, también existen otros.
Tenga en cuenta que las vaginas tienen diferentes formas y tamaños, por lo que algunos piercings pueden no ser adecuados para usted.

Cómo se hacen los piercings vaginales
El procedimiento exacto variará ligeramente según el tipo de piercing. Pero básicamente, el anillador esterilizará el área a perforar y luego usará una aguja para hacer un agujero, en el que se insertará la joya elegida.
Busque y elija un perforador acreditado y con licencia que cumpla con las normas de seguridad profesionales. Le informarán de buen grado de todo: el procedimiento, las joyas que se pueden usar, los posibles riesgos y complicaciones, el proceso de curación y los cuidados posteriores recomendados.
Recuerde que puede haber restricciones de edad, así que lleve su identificación por si fuera necesario.
Cuidados posteriores al piercing vaginal
Como todos los piercings corporales, es necesario un buen cuidado posterior para evitar infecciones. Después de un piercing, debe:
- mantener el área de la perforación limpia y seca; siempre lávese las manos con jabón antes de tocarse
- evitar jugar o toquetear el piercing: puede abrir la herida o infectarla
- consulte al médico si cree que tiene una infección: algunos síntomas son dolor o escozor, enrojecimiento, inflamación o supuración
El tiempo de curación varía y cada uno se cura de una forma. Como guía, el tiempo promedio de curación es de aproximadamente 2 meses para un piercing del capuchón del clítoris o de los labios internos y de hasta 4 meses para uno del triángulo o de los labios mayores.
Mientras se cura, es mejor evitar los movimientos bruscos y el contacto con los fluidos corporales de otras personas. No use cosméticos, lociones ni aerosoles sobre o alrededor de la perforación y evite la ropa ajustada que pueda rozarle.
Si se va a hacer un piercing vaginal, se debe mentalizar para dedicar tiempo a cuidarla adecuadamente.
Puntos clave
- los piercings vaginales más frecuentes son los del capuchón del clítoris y los piercings labiales
- elija siempre un perforador con licencia y con experiencia
- cuide su piercing para evitar infecciones
- un piercing puede tardar de 2 a 4 meses en sanar